Se trata de un aparato que se coloca en la boca de los niños para asegurar que se mantiene abierto el espacio dejado por los dientes de leche (también llamado temporales) que se han perdido prematuramente.
De esta manera, se garantiza que las piezas dentales definitivas podrán erupcionar en su correspondiente espacio sin causar problemas de erupción.
¿POR QUÉ USAR MANTENEDORES DE ESPACIO?
Tendemos a pensar que los dientes de leche no son importantes, y que si los niños pierden alguno no pasa nada, no es importante puesto que posteriormente erupcionará el diente correspondiente definitivo. La verdad es que su caída prematura puede ocasionar múltiples problemas en la dentadura definitiva futura.
Las infecciones dentales por caries, los traumatismos y otros problemas odontológicos pueden provocar una pérdida prematura de algún diente temporal. Cuando esto ocurre, en muchas ocasiones, el diente adyacente puede ocupar el espacio que ha quedado vacío por el diente temporal ausente.
Este movimiento no controlado ni programado por la sabia naturaleza, tiene repercusiones serias en la posición final de la dentición definitiva que comprometerá la oclusión, la mordida y por lo tanto, la funcionalidad masticatoria del niño.
El primer mantenedor de espacio se realizó en 1909 en Estados Unidos y desde entonces, muchos investigadores del campo de la ortodoncia y la odontopediatría han diseñado y estudiado las diferentes posibles variedades de mantenedores para buscar la mejor solución a este problema tan importante para el correcto desarrollo y crecimiento de los dientes.
Indicaciones del mantenedor de espacio
El diagnóstico e indicación del mantenedor de espacio nos lo proporciona la radiografía periapical o la ortopantomografía.
Si falta poco para la erupción del permanente y casi no hay línea ósea por encima del permanente, éste mismo es el mejor mantenedor de espacio y por lo tanto no se debe de colocar un mantenedor de espacio. Si la línea ósea por encima del permanente es de grosor considerable, se deberá colocar en la mayoría de los casos, un mantenedor de espacio.
En ocasiones, la pérdida de un diente o dientes anteriores puede exigir un mantenedor de espacio por motivos estéticos, pero no por motivos funcionales o preventivos, puesto que los dientes anteriores no se moverán y no pueden ocupar espacio que impidan o dificulten la erupción de otros dientes permanentes.
A continuación describimos los requisitos indispensables que deben de cumplir los mantenedores de espacio:
- Mantener el espacio mesio-distal del dientes temporal que se ha perdido.
- Debe evitar la sobre erupción de los dientes antagonistas.
- Debe de tener un diseño simple, lo más sencillo posible y sobretodo resistente, puesto que muchas veces deben de mantenerse más de 12-18 meses.
- No producir fuerzas sobre los dientes en que se sujeta. Por lo contrario, produciremos movimientos en los dientes de anclaje.
- Deben ser fáciles de limpiar para que el paciente infantil mantenga una buena higiene oral.
- No impedir el crecimiento, desarrollo de la masticación, la deglución ni el habla.
Existen dos tipos de mantenedores, los fijos y los removibles. A continuación describimos sus ventajas e inconvenientes para poder elegir la mejor opción en cada caso concreto en el que nos encontremos.
1- Fijo
El método más seguro para mantener un espacio es colocar un aparato cementado a los dientes vecinos. Debe de estimular la fisiología normal, es mejor un aparato con “rompe fuerzas” que pueda evitar fuertes cargas provenientes de los dientes de soporte y mantener una relación mesio-distal constante.
Según nuestra experiencia, en Smileline Clinic Barcelona, el mantenedor fijo de banda en el primer molar permanente y apoyo en el primer molar temporal no es lo más recomendado, puesto que la tendencia del molar permanente es mesializarse y esta fuerza es mayor a la resistencia que ofrece el temporal.
En estos casos, preferimos una barra soldada a las bandas de los molares permanentes y que contornee el resto de las piezas dentarias para evitar perder espacio.
2- Removible
Para nosotros no son los preferibles, pues dependemos de la colaboración del pacientes y en edades tan tempranas, el paciente carece de madurez suficiente para llevar el aparato con constancia que éste exige.
Además, al ser más voluminoso y ocupar el espacio donde se apoya la lengua, puede alterar el habla y necesitan un cuidadoso diseño según cada caso. Por el contrario, tiene la ventaja de evitar la sobre-erupción de los dientes antagonistas y se puede limpiar fácilmente.
En Smileline Clinic Barcelona creemos que es necesaria la colocación de un mantenedor de espacio cuando se produce la pérdida accidental de un diente temporal y el tiempo transcurrido es breve (aproximadamente unos 10 días) se deberá colocar un mantenedor de espacio para permitir la correcta erupción del diente permanente.
çSi por lo contrario, el tiempo transcurrido de la pérdida del diente temporal supera al mes, es muy probable que un mantenedor de espacio sea insuficiente y se tenga que proceder a colocar un recuperador de espacio. Transcurridos más de 10 días después de la perdida del diente temporal, es muy probable que se haya perdido parte del espacio necesario para el diente definitivo.
En SMILELINE CLINIC BARCELONA recomendamos hacer la primera visita al ortodoncista a los 6 años de edad. Así podemos prevenir, realizar diagnósticos y o tratamientos de ortopedia dentofacial que evitarán tratamientos posteriores mucho más complejos. Consulta con nuestros profesionales todas tus dudas, solicita tu primera visita de diagnóstico y pide presupuesto.
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